Reina Arpía - Kiziri

[Monstruo de tamaño MEDIO] - Previsto en la escala de 32mm y 75mm

Bloque de estatus incluido en nuestra Campaña 5E de julio de 2022 - La Gran Cacería

La reina de una gran familia de arpías que vive en las montañas al oeste de Sharprahk. Mayormente aislada, de vez en cuando se dedica a matar cabras o ganado enano que se aventuran demasiado cerca de su territorio. De repente, Kiziri y su prole se han vuelto mucho más audaces, atacando a los granjeros de las afueras de las ciudades de Torarol y Torsid, así como arrasando caravanas enteras entre las dos ciudades. Se desconoce si su comportamiento está motivado por algún poder mayor o si se han vuelto más atrevidos con la comida.

Las arpías son conocidas como bestias matriarcales territoriales y peligrosas que a menudo extravían a viajeros cansados, marineros y gente desprevenida de cualquier tipo. Las bandadas de arpías más grandes están dirigidas por una reina que mantiene el orden social entre sus congéneres. Estas reinas suelen mostrar una inteligencia muy superior a la de sus parientes inferiores y son capaces de hablar y conversar con claridad, si el idioma lo permite.

Kiziri es una de esas reinas, sobre la que Brekken el Bodacioso escribió en su balada "Garras heladas, corazón cálido" por la piedad que mostró al bardo cuando éste le devolvió una canción después de haber sido atraído por el dulce canto de su rebaño. Aunque esta canción en parte resultó ser para el favor de las Arpías, ya que muchos viajeros y aventureros tontos que escucharon la balada buscaron a Kiziri y su rebaño, sólo para terminar como comida.

Ahora su rebaño ha puesto sus ojos en las ciudades enanas al norte de las montañas que las arpías llaman hogar. Torarol y Torsid, ciudades gemelas situadas a lo largo de los afluentes que desembocan en el río Maktar. Allí asaltan y consumen caravanas, se alimentan del ganado de los granjeros enanos y de los propios granjeros cuando no queda ganado. Nunca antes las Arpías habían sido tan audaces, lo que ha obligado a la Corona de Dornat Al Karit a encargar una cacería con el Ek Viriktar sobre la cabeza de Kiziri, esperando que con su muerte el resto del rebaño se disperse o se desmorone.